La factura de
la luz ha bajado un 2,8% en julio respecto al mes pasado, que estuvo marcado
por la ola de calor, aunque es un 2,1% más alta que hace un año para un
consumidor medio acogido a la tarifa regulada o Precio Voluntario al Pequeño
Consumidor (PVPC).
La factura
eléctrica para un consumidor doméstico tipo -con una potencia contratada de 4,4
kilovatios y un consumo anual de 3.000 kilovatios hora (250 KWh al mes)- se ha
situado en julio en 54,57 euros, frente a los 56,12 euros de junio y los 53,43
euros de julio de 2016, según los resultados del simulador de la Comisión
Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
El precio del
recibo de la luz se ha reducido más de un 20% desde enero, cuando la factura
para un consumidor tipo llegó a los 67,49 euros.
En enero, los
precios de la electricidad en el mercado mayorista, que determinan en torno a
un tercio de la tarifa regulada, alcanzaron picos superiores a los 91 euros el
megavatio hora (MWh) por la ola de frío, la escasez de viento y lluvia, y la
subida del gas natural, que tuvo que emplearse más para producir electricidad
ante la falta de generación eólica e hidroeléctrica, fuentes que son más
baratas.
Este mes de
julio los precios medios en el mercado mayorista se han movido entre los 42 y
los 54 euros, la mayoría de los días por debajo de los 50, después de que en
junio el precio medio fuera de 50,22 euros.
Fuente:
Expansión
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